Hacer un regalo en Japón es mucho más que dar un detalle a alguien; a menudo es una obligación social llena de simbolismo y tradición. Desde los “souvenirs” después de un viaje a los ofrecimientos en ocasiones especiales, todos los regalos tienen que seguir una serie de normas de presentación, importe y calidad.
El hecho de dar un regalo, conocido en japonés como zōtō, forma parte de la tradición social de este país, siendo por tanto un componente muy importante de la cultura e interacción social japonesa; una manera de crear buenas relaciones entre las personas. Sin embargo, dar regalos es a menudo más una obligación que una simple tradición. De la misma manera, también es una costumbre muy arraigada y prácticamente obligatoria devolver el detalle haciendo un regalo después de haberlo recibido, efecto que se conoce como okaeshi en japonés.
Entre las muchas ocasiones en Japón en las que es costumbre –y casi obligación– dar un regalo u ofrecer dinero, podemos citar las siguientes: al volver de viaje, como agradecimiento al haber recibido una invitación, al recibir las pagas extras de diciembre y junio, en Año Nuevo, en las bodas, funerales, nacimientos, mudanzas y cambios de empleo, etc. A continuación, vamos a ver las ocasiones más comunes en las que un ofrecimiento es tradición, así como normas y reglas para cumplir fielmente dicha tradición.
Las reglas de dar y recibir regalos
En Japón, más que en ningún otro país, existen una serie de reglas a seguir a la hora de escoger un regalo para una ocasión concreta. Existen algunos detalles que, por su uso y ofrenda en otros momentos, es mejor no dar como regalos, ya que pueden traer mala suerte o simplemente parecen inadecuados. Por ejemplo, la entrega de té verde es un acto tradicional en funerales y otros servicios fúnebres japoneses, de manera que nunca debería darse un bote de té verde como regalo en ocasiones que no sean de duelo. Otro ejemplo todavía más claro son los peines (kushi en japonés), un objeto que nunca debería regalarse, ya que su pronunciación es igual a la de la palabra sufrimiento (ku) y la de muerte (shi). Naturalmente, esa semejanza en la pronunciación hace que el peine sea visto como un objeto que puede traer desgracia, dolor y mala suerte en general.
Asimismo, también hay que tener en cuenta el número de regalos que se dan, pues ciertos números tradicionalmente se considera que traen mala suerte.
Regalos para las mujeres en el Día Blanco.
Por ejemplo, uno de los números más conocidos por su mala suerte es el cuatro, considerado de mal augurio porque su pronunciación (四, shi) una vez más se asemeja a la de muerte (死, shi). Por ello mismo, nunca podremos hacer cuatro regalos a alguien o darle un detalle que consista en cuatro partes, etc. Otro tabú a la hora de dar regalos es ofrecer ropas que toquen la piel a la gente mayor, pues es considerado algo demasiado íntimo, aunque los calcetines son una excepción.
Una de las cosas que más sorprenden al occidental que da un regalo a un japonés es que éste lo agradezca pero no lo abra inmediatamente.
Ésta es una tradición muy japonesa que puede entenderse como una manera de evitar tener que fingir al abrir el regalo si éste no llega a cumpliar las expectativas y de esta manera se evita la vergüenza tanto del receptor como del donante. Esta norma de etiqueta es muy respetada en ocasiones formales. Entre amigos, sin embargo, cada vez es más típico preguntar al recibir el regalo si se le permite abrirlo en ese mismo instante.
Cuando se ofrece un regalo, es costumbre que el receptor en un principio se niegue a aceptarlo –¡hasta tres veces!.
Ésta es una manera de actuar muy japonesa, que podemos ver incluso al ofrecer a probar comida, ofrecer ayuda, etc. Sin embargo, pese a estas supuestas negativas, el receptor siempre acepta el regalo, pero no sin antes dar estas negativas educadas, ya que todo esto se rige por una regla cultural. Son muchas las ocasiones en las que un japonés negará un ofrecimiento de buenas a primeras, aunque en el fondo quiera aceptarlo.
Al dar un regalo, además, hay que inclinarse de manera educada y entregar el regalo con ambas manos, con las palmas de la mano hacia arriba. El receptor lo recibirá de la misma manera, con ambas manos y haciendo una educada reverencia.
Ocasiones especiales y ofrecimiento de dinero
Dar dinero dentro de un sobre especial llamado noshibukuro es una costumbre muy arraigada en ciertas ocasiones de la vida social japonesa.
Omimai
Para cerrar el sobre se utiliza un cordel especial que puede atarse con un nudo o un lazo y puede tener diferentes colores dependiendo de la ocasión. Naturalmente, es importante recordar el mal augurio del número cuatro, de manera que nunca podremos ofrecer cifras de dinero que contengan este número.
Son muchas las ocasiones en las que es frecuente ofrecer dinero, aunque también otro tipo de regalos y detalles especiales. La característica más peculiar del ofrecimiento de dinero es, sobre todo, el uso específico de varios tipos de sobre, cada uno específico para una ocasión concreta. A continuación, vamos a ver algunas de estas ocasiones más especiales.
Go-kekkon iwai (boda): En una boda, es común dar billetes nuevos, que no estén arrugados ni usados y que estén limpios. Esto simboliza la nueva vida que va a comenzar la pareja que se casa. En este caso, el cordel del sobre tiene que ser rojo y blanco o bien dorado y plateado y estar atado con un nudo. Naturalmente, el importe dependerá de la relación que se tenga con los novios, pero normalmente está entre 30 y 60 mil yenes.
Ososhiki (funeral): En un funeral, es común dar billetes usados, arrugados y viejos. Esto indica que uno no estaba preparado para esa muerte, no sabía que iba a suceder y no podía haberlo organizado todo. En este caso, el cordel del sobre tiene que ser negro y blanco o bien amarillo y gris y estar atado con un nudo, tanto si el funeral es budista como cristiano. El importe normalmente ronda los 3.000 yenes. Asimismo, es común que los invitados también reciban un detalle por su visita. Hace unos años solían ser cupones regalo para gastar en grandes almacenes, pero con el tiempo las ideas han ido cambiando.
Go-shūssan iwai (nacimiento): Es costumbre regalar juguetes, ropa o hasta dinero una semana después del nacimiento del bebé. En el caso del envío de dinero, éste deberá entregarse dentro de un sobre de cordel rojo y blanco atado con un lazo. Eso sí, uno tiene que asegurarse de que el bebé esté sano antes de enviar su ofrenda, pues si el bebé tiene algún tipo de problema, el envío de regalos puede verse como símbolo de mala suerte. Normalmente, los nuevos papás devuelven el detalle en forma de taza cuadrada típica de madera con el nombre del bebé inscrito en ella.
Omimai (visita al hospital): Como en occidente, al visitar a un amigo o familiar en el hospital es común ofrecer ramos de flores cortadas. Asimismo, también está bien visto ofrecer libros y lectura para hacer la estancia en el hospital menos estresante. Sin embargo, ni las camelias ni las plantas son buenos ofrecimientos a un paciente, puesto que la manera en que caen las flores de una camelia recuerda a los japoneses a la muerte y de igual forma, las raíces de las plantas simbolizan una larga estancia en el hospital. Son dos ideas que hay que evitar siempre que visitemos un hospital japonés.
Go-nyūgaku iwai (inscripción en una escuela elemental): Es tradición regalar libros y material escolar por valor de unos dos mil yenes cuando el hijo de un amigo o vecino entra en la escuela elemental. Como costumbre, la familia del niño devolverá el detalle entregando una tarjeta de agradecimiento con un cordel rojo y blanco y atada con un lazo y más comúnmente una porción de sekiban, arroz cocido con judías rojas.
Nyugaku
Un paquete para escribir cartas, especialmente dedicado a los nuevos alumnos.
Hikkoshi aisatsu (traslado): En Japón, cuando alguien entra a vivir en un nuevo piso, es tradición (y casi una obligación social) presentarse a sus nuevos vecinos. Para ello, es costumbre ofrecer un pequeño detalle puerta por puerta. Cabe destacar que en la mayoría de grandes almacenes uno puede encontrar una sección específica de pequeños detalles para dar a los nuevos vecinos, como juegos de toallas, trapos de cocina, etc. Esta tradición es una manera de atar lazos en la comunidad, de formar parte de la misma, de crear vínculos de confianza, de seguridad, etc.
Hikkoshi aisatsu
Unas toallas son el regalo perfecto para saludar a los nuevos vecinos.
Osenbetsu (cambio de ciudad o de empleo): Cuando se da por finalizada una etapa en la vida de una persona, como un cambio de residencia o un cambio de puesto de trabajo, es normal que se organicen fiestas de despedida y que la gente más cercana ofrezca pequeños regalos o sobres de despedida con un cordel de color rojo y blanco atados con un nudo. De la misma manera, es común que dicho detalle se devuelva después de la marcha en forma de postal y agradecimiento.
Oseibo: En diciembre, al recibir la segunda paga extra del año, es tradición que los colegas de trabajo, amigos, vecinos y familiares se den algún tipo de regalo. Éste normalmente consiste en comida de temporada, licores varios, productos de limpieza, alimentos enlatados, etc. y suelen costar entre 3.000 y 5.000 yenes. Para oseibo, uno de los detalles más comprados y aceptados es el sake. Actualmente, cuando llega el momento, son muchos los grandes almacenes que organizan una sección especial repleta de regalos perfectos para oseibo y ochūgen. Además, facilitan el empaquetado y envío de los mismos, por lo que hacer este tipo de regalos cada vez es más fácil.
Ochūgen: Entre el 1 y el 13 de julio, después de recibir la primera paga extra del año, es tradición que los colegas de trabajo, amigos, vecinos y familiares se den algún tipo de regalo. Éste normalmente consiste en comida de temporada, licores varios, productos de limpieza, alimentos enlatados, etc. y suelen costar entre 3.000 y 5.000 yenes. Para oseibo, uno de los detalles más comprados y aceptados es el sake. Actualmente, cuando llega el momento, son muchos los grandes almacenes que organizan una sección especial repleta de regalos perfectos para oseibo y ochūgen. Además, facilitan el empaquetado y envío de los mismos, por lo que hacer este tipo de regalos cada vez es más fácil.
Ochugen Oseibo
Dos ideas muy vendidas en los grandes almacenes para oseibo y ochūgen: un juego de bebidas dulces y mermeladas y un extenso juego de limpieza.
Oshōgatsu (Año Nuevo): El día uno de enero es el día de más trabajo para Correos y los carteros de todo Japón. La razón es el envío masivo de tarjetas de Año Nuevo (nengajō), que familiares, amigos, conocidos y colegas de trabajo se envían todos los años con diseños tanto tradicionales, que muestran el animal del año que entra como modernos, que utilizan fotos de familia mostrando los hijos, fotos de algún viaje exótico, animales domésticos, etc. Todas las tarjetas que se marquen como nengajō son almacenadas en Correos y no se reparten hasta el día 1 de enero por la mañana. Otra ronda de envíos de tarjetas de Año Nuevo se realiza justamente pasados unos días, cuando aquellos que han recibido una tarjeta de alguien a quien no les habían enviado ninguna, tienen la oportunidad de solventar ese error social enviando una tarjeta.
Asimismo, los niños reciben un sobre con una cierta cantidad de dinero en metálico (llamado otoshidama) de sus familiares y amigos adultos, para empezar el año con buen pie. No hace falta que sea una gran cantidad de dinero, ni es necesario regalárselo a todos aquellos niños cercanos a nuestra casa; únicamente será necesario entregarlo a aquellos niños con quienes se tiene más relación.
Meishi gawari (pedir un favor): En la cultura japonesa, pedir un favor es una de las cosas más complicadas que hay. Por eso, cuando alguien se ve forzado a hacerlo, tendrá que darle a la persona que le hará el favor un regalo por adelantado, cuyo significado es el de solicitarle el perdón por el problema ocasionado y para darle gracias por haberle escuchado. Es interesante recalcar que este detalle suele ser algo bastante caro y elegante.