
Por Lic. Javier Orué*
El poeta cubano José Martí dijo que “hay tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro”. No es que todos tengamos que hacerlo, pero es una manera de decir que nos recordarán por nuestras obras, nuestras acciones y nuestros ejemplos. En resumen, dejar nuestra huella dignifica el alma.
Desde fines de los noventa que me dedico al periodismo especializado en artes marciales y deportes de combate. Numerosas son las obras leídas escritas por autores extranjeros. A mi pesar, pocas viniendo de exponentes argentinos.
Me explico mejor. Argentina tiene un nivel muy alto en artes marciales. Hay dos detalles muy importantes en los que me sostengo:
- Las artes marciales en cantidad de practicantes, es el segundo deporte de Argentina. Primero el futbol. Luego nosotros. Eso dice mucho.
- Los instructores argentinos cuentan con mucho respeto en el exterior. Es así que desde siempre viajan a otros países a dictar cursos, formar docentes, asesorar en la gestación de instituciones.
Por dichos motivos, lo mío como periodista es como una cruzada. Dar a conocer y apoyar a que tengamos, ADEMAS, nuestros propios autores.
Conocí al Dai Shihan Guillermo Iglesia a fines de los ochenta. Luego de décadas, nos volvimos a ver en Setiembre del año 2022. Lo primero que saqué en conclusión es que el tiempo no pasó en vano para él. Sus múltiples viajes a Japón y el mundo en busca de crecer en lo intelectual y técnico, se reflejan en él. El adolescente lleno de sueños que descubrió el país del sol naciente en el año 1989, ya no existía. Pasó a ser un maestro. Un docente formado. Seguro de sí mismo. Cada detalle que me contaba, estaba plenamente fundamentado.
Parafraseando a Seneca, filósofo y escritor romano,” quien realmente contiene el saber, lo demuestra de manera simple. Ya que la verdad, es sencilla en sí misma”. Considero que es la mejor manera de describir la impresión que me dio el autor al volver a vernos y hablar de la actualidad de Bujinkan Budo.
Y desde ya, lo primero que hizo al volver a vernos fue obsequiarme su obra: EL ROMPECABEZAS NINJA: LA BARRERA OCCIDENTAL. Esa noche, le di una primera leída…
¿Qué sentí? ¡Que se vienen nuevos y buenos aires para la literatura marcial argentina!
El autor demostró estar muy bien asesorado para llevar adelante su trabajo. Tanto el Doctor Ricardo Manuel Rojas, como Malena Saenz (editora de la obra), supieron orientarlo de la mejor manera. Celebro la participación de ambos profesionales.
EL ROMPECABEZAS NINJA: LA BARRERA OCCIDENTAL te invita a llevar adelante un ejercicio muy interesante y que muy pocos autores logran… LA AUTO EVALUACION.
A lo largo de 105 páginas transitarás por caminos ya recorridos. Reflexionarás que lo que lees en el libro, pasa… el cuándo y cómo ocurre… y te invita a no solo reconocerlo, sino A RESOLVERLO.
En sus hojas verás muy bien detallado casos como el infantilismo con que se ve a Japón, la dependencia del alumno hacia su maestro, lo que se cree que es el ninja y el Budo mismo basándose en ignorancia lisa y llana. El querer tomar el lugar del Sensei, o cuando se es instructor, el no tener claro cuál es su lugar no solo en el dojo, sino incluso su importancia hacia sus estudiantes…
Otro punto más a favor del escritor: No se pone como ejemplo. De hecho, jamás habla sobre sí mismo. Se limita a identificar caso por caso el sentir del practicante.
La mejor enseñanza que nos deja EL ROMPECABEZAS NINJA: LA BARRERA OCCIDENTAL, es que para viajar a Japón, país con una cultura milenaria, y que la experiencia sea fructífera, debemos auto evaluarnos y vaciar la copa.
Indistinto a si con el autor finalmente pienso igual o no, siempre valoro cuando me invitan al ejercicio de reflexionar. El auto evaluarme. EL INCENTIVARME A CRECER.
No encontrarás técnicas físicas. Nada de golpes ni patadas. Sino algo mucho mayor: Te vas a encontrar con tu yo.
Obras que nos ayuden a reflexionar, a autoanalizarnos, a crecer, son un faltante en nuestro ambiente marcial y EL ROMPECABEZAS NINJA: LA BARRERA OCCIDENTAL es una excelente punta de lanza.
Celebro su publicación. No solo te invito a leerlo, sino incluso, a que en un futuro, debatamos su contenido.
Me despido citando a la escritora ganadora del Premio Pulitzer, Harper Lee: “El libro para leer no es el que piensa por ti, sino el que te hace pensar”

Lic. Javier Orué
Periodista dedicado a las artes marciales